Impar era una herida mal cerrada. Un golpe de pasado que volvía una y otra vez a mis versos. En una mudanza que parecía interminable me obligué a escribir este poemario porque sentí que era la única manera de suturar, de una vez por todas, esa herida. Reunir en un libro todos los poemas, con otros que iba escribiendo mientras me preparaba para el cambio, era despedirme de una parte de mí de la que ya me sentía muy distinta, pero no me dejaba marchar. El resultado es una cicatriz que me acompañará siempre. |
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María Góngora |
María Góngora se "estrena" en Alacena Roja con su poemario Impar en el que funde dos de sus facetas artísticas, la fotografía y sus poemas, esos que hay que beber sorbo a sorbo porque atrapan. Quedan avisados.